domingo, octubre 13, 2024
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“La lengua no se calla”: Que el silencio no sea la opción

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“Más que incluir en una realidad plagada de ideales rancios, se trata de un gesto político y de una búsqueda de reconocimiento”, escribe Norma Loto* en “La lengua no se calla”, libro que presentó el pasado 24 de agosto en la Secretaría e invita a repensar el uso de la lengua y las tramas de poder.

La actividad, organizada por la Dirección de Actualización de Conocimientos (PAC), fue moderada por la Secretaria Liliana Hendel, contó con la presencia de la autora Norma Loto y la Dra. Noor Jiménez Abraham, Directora de PAC.

En “La lengua no se calla”, Loto reflexiona sobre las expulsiones e inclusiones del habla y define al lenguaje inclusivo como aquel que intenta visibilizar la diversidad de existencias y, en particular, al lenguaje inclusivo no sexista como el que incluye a las mujeres y diversidades.

Hace poco más de cinco décadas, lingüistas feministas comenzaron a estudiar el sexismo en el habla, pero no fue hasta la última década que el lenguaje inclusivo no sexista se convirtió en foco de debates con fuertes oposiciones que apelan a la RAE -institución de la realeza española que tiene más de 300 años- para justificar su rechazo.

Durante la presentación, la autora se refirió a las resistencias contra el lenguaje inclusivo y expresó que “no molesta por ser una intervención gramatical, molesta porque es politizar existencias y cuando politizás existencias das derechos” .

No molesta por ser una intervención gramatical, molesta porque es politizar existencias y cuando politizás existencias das derechos”.

Norma Loto, autora del libro “La lengua no se calla”

“¿Pueden las palabras cambiar la cosmovisión del mundo?”

El lenguaje es el modelo sobre el cual se le da significado, se interpreta y se construye la realidad y, en este sentido, el uso del masculino genérico impuesto durante mucho tiempo excluyó a las mujeres y disidencias como interlocutoras/es.

Esta invisibilización no es sólo una cuestión simbólica, ya que tiene consecuencias en la desigual y discriminatoria distribución histórica de los roles y las relaciones entre varones y mujeres en la sociedad.

Foto SMPDGYD de La Matanza

“No nombrar es despolitizar el lenguaje”, expuso la autora, y aseguró que todavía se está ejecutando la construcción del lenguaje inclusivo, a la vez que agregó que “siempre va a haber alguien que no estemos nombrando pero lo vamos a nombrar después, y eso nos sirve para aprender. Si nos nombramos, vamos a seguir politizándonos” .

El lenguaje tiene su propia dinámica que supera a cualquier institución colonial, lo que le permite construirse y deconstruirse en la medida en que las prácticas sociales van cambiando.

“Las mutaciones de la lengua obedecen a los usos o necesidades sociales muy a pesar de la creencia de que las academias puedan prescribir nuestra habla”, escribe Loto, dando cuenta de la vitalidad de la lengua, garantizada por el cambio.

Las mutaciones de la lengua obedecen a los usos o necesidades sociales muy a pesar de la creencia de que las academias puedan prescribir nuestra habla.”

Norma Loto, autora de libro “La lengua no se calla”

La utilización de un lenguaje que visibilice todas las existencias constituye un importante paso hacia el cambio cultural en la búsqueda de equidad para todas las personas. El lenguaje inclusivo es una práctica militante para hacernos visibles y visibilizar es politizar.

El lenguaje es político.


* Norma Loto es periodista, Magíster en Periodismo y Medios de Comunicación, perfeccionada en Género y Periodismo. Escribió múltiples artículos y brindó capacitaciones sobre lenguaje no sexista.
Foto de Portada: SMPDGYD de La Matanza

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