Las prácticas profesionales que estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la UNLAM realizan en la Dirección de Protección de Derechos y en el CAM son un modelo de aprendizaje que nos llena de orgullo y también de alegría militante.
¿Cómo viven les estudiantes esta alquimia entre teoría y práctica?
Para Enzo Cuña -estudiante de la materia Práctica 1: Individual y familiar de la carrera- se trata de su primera experiencia de prácticas pre profesionales:
“Implica ansiedades, miedos pero también mucho entusiasmo. Cecilia (Turquet) y Magalí (Tyszkowski) me hicieron sentir muy cómodo y acompañado desde el primer momento. Las prácticas me están posibilitando tomar contacto con la complejidad de los problemas sociales, poder poner un rostro a lo que muchas veces leí en la teoría y que a veces puede aparecer como “compartimentado”, señala.
Aylen di Iorio, Ailén Llamosa e Irma Benitez están cursando el segundo año de la carrera. También para ellas, es la primera experiencia práctica de la mano del Taller de Producción y Registro de la Información:
“Lo más importante que nos deja esta experiencia es el hecho de poder complementar todo lo que aprendimos en la teoría con la práctica. Poder constatar cómo hay cosas que se modifican cuando de la teoría pasamos a la realidad concreta mientras otras se confirman”, resaltan.
Lo más importante que nos deja esta experiencia es el hecho de poder complementar todo lo que aprendimos en la teoría con la práctica.”
Aylen di Iorio, Ailén Llamosa e Irma Benitez, estudiantes de la carrera de Trabajo Social de la UNLAM
Un ejemplo que citan es el de las entrevistas domiciliarias. “Nos preguntamos”, relatan las jóvenes, “¿hasta dónde es necesario preguntar para no caer en esto que llamamos como revictimización? ¿cómo realizarlas considerando a cada persona como sujeto de derechos -con sus pensamientos, sus necesidades, sus oportunidades y sus deseos- y considerando las herramientas con las que contamos?”.
“Consultamos con Magalí y con Cecilia en qué caso recurren a cada herramienta y nos explicaron que cuando tienen que trabajar con la Ley Brisa -en casos de feminicidios- intentan ir ellas al domicilio siempre que la familia de la víctima esté de acuerdo. También hablamos de herramientas tecnológicas que se utilizan en la Secretaría -como las videollamadas, los audios de WhatsApp- que quizás no se nombran en la teoría pero que son muy utilizadas en la práctica”, comentan.
Cómo es la práctica
Bajo la mirada atenta de la Directora de Protección de Derechos, Lic. Cecilia Turquet; de Betina Silva y de Vanesa Magalí Tyszkowski -referentas que articulan con la Carrera de la UNLAM- la Secretaría está recibiendo actualmente a 15 estudiantes de Trabajo Social, 5 del Taller de Producción y Registro de la Información y 10 de la materia Práctica 1: Individual y familiar.
“Quienes se encuentran cursando el taller realizan una serie de entrevistas y ‘salidas a campo’ (al territorio) para conocer el área institucional general y específicamente cómo se trabaja en la Dirección de Protección de Derechos y los instrumentos de registro de la información con los que se cuenta en la Secretaría. Y quienes cursan Práctica 1… deben asistir durante 2 meses y medio a la Secretaría. En ese lapso de tiempo hay una “inserción con entrevistas a las directoras de la Secretaría para un conocimiento institucional, normativo y teórico desde donde intervenimos”, explica la Directora Lic. Turquet. Durante la práctica, acompañan intervenciones individuales a familiares en alguno de los ejes en los que se trabaja en esta Dirección: IVE ILE, cambio de identidad, cupo laboral, discapacidad.
La Universidad articulada con el territorio
Se trata, en definitiva, de poner la universidad al servicio y en articulación con las necesidades del territorio y no pensarla como un ente aislado de todo lo que lo circunda.
Beatriz Cuello, docente titular del Taller de Producción y Registro de la Información; y Federico Campos, Lic. en Trabajo Social y en Comunicación Social y Coordinador de la carrera de Trabajo Social, coinciden en lo crucial que es entender que la formación de un trabajador o trabajadora social es centralmente desde el encuentro entre la experiencia concreta y la reflexión teórica.
Para Campos resulta indispensable generar ese diálogo universitario con los espacios institucionales:
“Poder elaborar estrategias de transformación social junto a los y las referentes institucionales y la población destinataria -donde se entrelazan diversidades, problemáticas sociales, tensiones, posicionamientos ideológicos, políticos y éticos, con los derechos humanos- es un eje transversal y troncal de la formación académica de las/os futuras/os profesionales del Trabajo Social”.
Por su parte, Cuello resalta que “poder trabajar con la Secretaría es clave para incorporar la experiencia de la intervención profesional de organismos del Estado en áreas tan sensibles e importantes, sobre todo en este momento histórico. La perspectiva de género es para nosotros también una apuesta en la formación del Trabajo Social y entonces compartir la experiencia de equipos profesionales que llevan adelante estos abordajes es de una gran riqueza para la formación integral. Por eso nos alegra siempre seguir consolidando nuestro vínculo con esta Secretaría”.
Poder trabajar con la Secretaría es clave para incorporar la experiencia de la intervención profesional de organismos del Estado en áreas tan sensibles e importantes, sobre todo en este momento histórico.”
Beatriz Cuello, docente titular del Taller de Producción y Registro de la Información
Concretar esta articulación con la Universidad fue un sueño de la Directora Cecilia Turquet (egresada ella misma) de la carrera de Licenciatura en Trabajo Social y de la Secretaria LIiliana Hendel, egresada de la UBA.
Cruzar ese puente que a veces separa el saber del hacer, integrar los conocimientos que brindan los libros a la militancia ética de los feminismos en los barrios e implementar esas políticas públicas que son en definitiva la razón de ser de esta Secretaría.
La fuerza de los proyectos convertidos en realidad.
Matanza avanza sin machismos.
Foto de Portada: SMPDGYD de La Matanza