La información sobre sexualidad y menstruación es insuficiente para todas las mujeres y diversidades pero aún más para quienes conviven con alguna forma de discapacidad. Es por eso que, en La Matanza, con el programa Justicia Menstrual y bajo el lema “Menstruar es político” compartimos información y entregamos copitas a adolescentes y adultas en distintos establecimientos.
Así, el Centro de Formación Integral Santa Inés y el Centro de Día Color Esperanza fueron los lugares elegidos en septiembre y octubre para realizar actividades en articulación con la Subsecretaría de Discapacidad de La Matanza, que depende de la Secretaría de Desarrollo Social.
“El taller de Gestión Menstrual para personas con discapacidad tiene un cruce específico: no solo el patriarcado y el machismo dañan a las compañeras sino también lo hace el sistema capacitista”, señala la Lic. Cecilia Turquet, Directora de Protección de Derechos.
El taller de Gestión Menstrual para personas con discapacidad tiene un cruce específico: no solo el patriarcado y el machismo dañan a las compañeras sino también lo hace el sistema capacitista.”
Lic. Cecilia Turquet, Directora de Protección de Derechos
El capacitismo es una forma estructural de discriminación y opresión a las personas con discapacidad. Jerarquiza y privilegia únicamente a aquellos cuerpos considerados “aptos, adecuados y productivos”, es decir capaces de… devalúa al resto.
Además del impacto negativo sobre la economía y el medioambiente que tienen los tampones y las toallitas, hay otros obstáculos que impiden generar condiciones dignas para la gestión menstrual de las mujeres y diversidades con discapacidad.
“La información sobre menstruación es más reducida, ya que el estereotipo de persona con discapacidad conlleva un alto grado de subestimación y reducción de la autonomía del mundo íntimo. Cuando la perspectiva de discapacidad y de género es inexistente, da lugar a determinadas prácticas médicas que ‘recomiendan’ tratamientos hormonales para cortar el periodo o esterilizaciones forzadas”, explica Turquet.
En los talleres, además de entregar copitas se conversa sobre los placeres sexoeróticos y así se desnaturalizan mitos ligados a la menstruación y a la sexualidad.

“Se convoca a mujeres y diversidades con discapacidad y también a sus familias porque los prejuicios y la falta de información acerca de la sexualidad integral atraviesa los vínculos y roles familiares, la gestión menstrual requiere información, cuidados e incorporación de nuevas pautas de higiene”, sostiene.
“Cuando se recibe un diagnóstico de discapacidad, intervienen distintas disciplinas médicas. Sin embargo, para ninguna de ellas la sexualidad se pondera como una de las aristas que requiere atención, porque la perspectiva médica clásica no contempla el derecho a la sexualidad en sus aspectos recreativos, prima la idea de la sexualidad genital solo para la procreación”, señala la Directora de Protección de Derechos.

Que menstruar ya no sea una vergüenza es un logro del avance de los feminismos y reconocer todos los derechos de todas las personas es también nuestro objetivo.
Con la decisión política de nuestra Secretaria, Liliana Hendel, y del Intendente, Fernando Espinoza: Matanza Avanza Sin Machismos.
Foto de Portada: SMPDGYD de La Matanza