La ludoteca “Ludo G”, que funciona en el Centro de Atención a las Mujeres “Irma Velázquez”, cumple dos años acompañando a mujeres y diversidades a recuperar su tiempo libre al tener un espacio de juego donde dejar a sus niñas y niños en un ambiente amoroso y de cuidado.
“Sentimos un gran orgullo por esta ludoteca y seguiremos trabajando para que La Matanza disponga de espacios como este en cada barrio. Es una decisión política de reparación y alegres cuidados. Donde hay una ludoteca circula una energía amorosa”, define Liliana Hendel, secretaria de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades del Municipio de La Matanza.
Estos espacios, a diferencia de los jardines maternales, son lugares para que las niñeces jueguen en libertad a la vez que permiten a las mujeres, quienes históricamente han realizado y realizan las tareas de cuidado, a tener un tiempo para ellas mismas.
“Las mujeres y diversidades en situación de violencia tal vez nunca hayan experimentado el tiempo para el ocio, la creatividad y el desarrollo personal hasta que tienen la oportunidad de dejar a sus hijes al cuidado de un espacio como este”, explica Verónica Soto, coordinadora del área durante estos dos años de funcionamiento y que hoy nos toca despedir con mucho agradecimiento por la tarea cumplida.
Las mujeres y diversidades en situación de violencia tal vez nunca hayan experimentado el tiempo para el ocio, la creatividad y el desarrollo personal hasta que tienen la oportunidad de dejar a sus hijes al cuidado de un espacio como este.”
Verónica Soto, especialista en juegos, coordinadora de la ludoteca del CAM “Irma Velázquez”
Verónica es especialista en juegos, docente de educación inicial y en esta nota cuenta su experiencia dirigiendo la ludoteca, donde más de 1.200 chicas y chicos ya disfrutaron de participar de sus propuestas lúdicas.

.- ¿Qué significa el tiempo libre para una mujer y/o diversidad en situación de violencia?
.- Pareciera que el tiempo libre en este sistema capitalista no tiene valor porque no estamos produciendo monetariamente pero el tiempo libre es el espacio más productivo para el crecimiento y el desarrollo de las personas, más allá de lo que podamos producir en términos concretos, capitales vendibles. Las mujeres y diversidades en situación de violencia tienen la posibilidad de tener un espacio tranquilo para plantear su proyecto de vida y de compartir experiencias y herramientas de cuidado que son súper complejas, pero mucho más en un contexto de violencia.
.- La Ludo-G está pensada para acompañar en los cuidados a las mujeres y diversidades que pasan por el CAM, pero también en un espacio para que las voces y deseos de las niñeces sean tenidos en cuenta. ¿Cómo es ese trabajo?
.- En el aprendizaje se da un ida y vuelta, tanto en la coordinación que fue mi rol estos años, como en el rol que ocupan las operadoras, nos llevamos un montón de saberes. Cada niñez que se encuentra en un contexto de juego nos deja un nuevo aporte de cómo puede ser ese lugar de encuentro, porque el juego es eso: nos miramos, nos enseñamos, compartimos un momento, sonreímos, conversamos. El tipo de juego que facilitamos apunta a crear espacios libres de violencia. Nos centramos en dar otras herramientas para que encontrarse y jugar en contextos cotidianos sea más fácil, más amoroso, más divertido, desde el cuidado y el afecto.
Cada niñez que se encuentra en un contexto de juego nos deja un nuevo aporte de cómo puede ser ese lugar de encuentro, porque el juego es eso: nos miramos, nos enseñamos, compartimos un momento, sonreímos, conversamos.”
Verónica Soto, coordinadora de la ludoteca del CAM “Irma Velázquez”
El juego, un acto político
A través del juego se promueven valores como la empatía, la comunicación, la confianza y la participación, razón por la cual en la ludoteca se han implementado estrategias para hacer de estas actividades un acto político.
“Hay una versión del juego de la silla cooperativa que se juega con una cinta, donde todas las personas que estamos bailando terminamos sentadas en una sola cinta; jugando se busca la manera de que nadie se caiga, es decir, que nadie se quede afuera. Generalmente, terminamos abrazadas, es muy lindo”, cuenta Verónica.

Además, sigue la especialista, “facilitamos juegos que tiendan a romper los estereotipos de género y a desarmar las cuestiones de poder patriarcal. Entonces tuvimos muchos robots princesas, superheroínas que estaban centradas en sus habilidades científicas. Y cuando jugamos a construir juegos de rol tratamos de trascender los límites de ese juego que nos vende la publicidad, la tele con estereotipos de género muy marcados, los varones con la pelota y las nenas con muñecas”.
Las operadoras, mujeres resilientes
La ludoteca abrió sus puertas en enero de 2023 pero desde octubre de 2022 las operadoras ya habían comenzado a formarse con herramientas pedagógicas específicas.
“Todas las chicas del equipo atravesaron alguna situación de violencia y la ludoteca fue la oportunidad de sanar algo. Desde Madres Protectoras, víctimas de violencia vicaria, mujeres que han sido niñas violentadas, mujeres que han estado en situación de violencia, a personas del colectivo trans-travesti. Uno de los ejes que nos propusimos es que el espacio no solo tenía que servir a las infancias, sino también a quienes trabajan ahí”, cuenta Verónica, quien detalla que la incorporación de una persona del colectivo travesti era una condición sin la cual no estaban dispuestas a arrancar.
Entonces empezó la búsqueda que permitió conocer a Mónica Flores, una compañera trans que está desde el primer día en la ludoteca. “Cada una sumó sus saberes. Había compañeras que estaban formadas desde la docencia, pero la característica de la mayoría es que son mujeres resilientes”, explica.
Una política pública que nos llena de orgullo
La existencia de la ludoteca recupera la posibilidad de que mujeres y diversidades en situación de violencia puedan pensar en su proyecto de vida sin preocuparse por quién cuidará a sus hijas e hijos. En Argentina, según el libro No es amor, el 72% de mujeres y diversidades realiza tareas de cuidados, mientras que solo el 27% de los varones se ocupa de hacer ese trabajo no remunerado.
“En un contexto de desfinanciación de las políticas de género y donde recrudecen las situaciones de violencias es alentador que el juego sea política de Estado en el CAM en donde se abordan situaciones de violencia por razones de género. Para mi trayectoria es lo mejor que me pudo haber pasado. Llevo muchos años trabajando en territorio, específicamente en juego y en todos los espacios con los que me ha tocado articular, la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidad es el primer lugar que nos ha acompañado de una forma amorosa y corresponsable”, cuenta Verónica.

En este sentido, valora como una “labor inmensa” que “la corresponsabilidad del cuidado de las infancias sea política de Estado. No sé cuántos municipios pueden decir algo así. Ese es el gran valor que me ha marcado respecto de poder coordinar la ludoteca con esta mirada”.
¡En La Matanza el cuidado es una política pública que crece!
Foto de Portada: SMPDGYD de La Matanza