Susana Gamba, Licenciada en Ciencias de la Comunicación, militante feminista desde 1977, es una de las pioneras en la difusión de los temas de la agenda feminista.
En 1993 comenzó a trabajar en una Agenda de la Mujer, cuando las producciones feministas eran escasas y acompañó los cambios del movimiento a tal punto que con el tiempo se convirtió en la Agenda de las Mujeres, en plural, haciendo visible la diversidad.
El martes 29/11 se presentará la edición del año 2023, la que marca tres décadas de intensidad, de cambios, de revolución y el título de la agenda no puede ser menos que “30 años activando feminismos”.
En esta entrevista hablamos de los orígenes y los avances de esta iniciativa, del Diccionario de Género y Feminismos, el cual también gestó y acompañó a crecer, de los avances de los movimientos y los desafíos que aún se enfrentan.
– Se lanza una nueva edición de la Agenda de las Mujeres, muy especial porque el año que viene, en 2023, este proyecto va a cumplir 30 años. ¿Cómo surgió la idea?
– Comenzamos a trabajar en 1993 para la agenda de 1994, por eso el año que viene son 30 años. Yo estuve exiliada en Barcelona, me fui del país en el ’76, el 29 de febrero, antes del golpe sino no estaría viva. De ese año bisiesto me acuerdo siempre. Y allá, en el 77’, me hice feminista consciente y empecé a militar con todo. En España había una agenda y me encantaba, también la Librería de Mujeres de Madrid publicaba una. Cuando regresé a Argentina vi que acá no había, así que tuve la idea de armarla. Las primeras las hicimos con Beatriz Giri y el proyecto fue creciendo con el tiempo, acompañada siempre como parte del movimiento feminista.
– En estos años la agenda salió en distintos formatos y en ella hay arte, poesía, efemérides. ¿Qué otros contenidos tiene?
– En general se publicó en formato de agenda, pero hicimos un calendario fanzine, un calendario de escritorio o de cartera. Integramos arte, poesía, frases y en cada mes hay efemérides feministas que ahora son muy conocidas, pero cuando comenzamos no, en los ‘90 no se conocían para nada. Es más, me llamaban de distintos organismos y sindicatos para consultar. En estos años fuimos sistematizando y difundiendo.
La tecnología era muy distinta a la de ahora y, en los primeros años, teníamos directorios sobre violencias o salía aparte en un cuadernillo, también hubo sobre derechos, legislaciones, entre otros temas. Las agendas tuvieron muchísima información que cada año se adecuaba al contexto nacional e internacional.
En el 2001, por primera vez, empezamos a entregar premios en reconocimiento a mujeres e instituciones que trabajan por los Derechos Humanos.
Además, la agenda tiene ejes temáticos que están presentes en su ADN: los Derechos Humanos en general, y los de las mujeres en particular, los feminismos en su diversidad, los pueblos originarios, el medio ambiente, el buen vivir.
– Era información necesaria. Nos tenemos que remontar al principio de los ’90, donde no había tanta producción de material feminista como ahora.
-Por supuesto, nada que ver. Hoy todo esto se encuentra en internet, en las redes. También difundíamos publicaciones feministas y luego se sumaron los prólogos de Diana Maffia, Dora Barrancos y Blanca Ibarlucía, quien falleció hace unos años.
– Y se abría un espacio de difusión para las artistas feministas.
– Sí y es una manera de difundir no solo derechos sino también las obras de las artistas plásticas y fotógrafas de todo el país, incluso de algunas latinoamericanas. Ahora, con (el auge de) las redes sociales sentimos que ya está, que cumplimos un ciclo, 30 años está bien, esta va a ser la última Agenda de las Mujeres en papel. Ya nos despedimos, después veremos si se puede hacer algo virtual. En los últimos años surgieron muchas agendas temáticas, cuando empezamos no había nada. Los feminismos fueron creciendo año a año, pero ha sido masivo sobre todo a partir del #NiUnaMenos.
– ¡Que sorpresa que esta sea la última agenda, por lo pronto, en papel! Genera una mezcla de nostalgia y alegría por ser unas de las pioneras en la promoción de los temas de la agenda feminista.
– Totalmente. Esta agenda 2023 ya está casi agotada apenas salió porque hicimos venta anticipada y el título tiene que ver justamente con el aniversario: “30 años activando feminismos”.
– Nada más ni nada menos… es así. Usted también es una de las autoras del Diccionario de Estudios de Género y Feminismos. ¿Cómo surgió el proyecto?
– Esta es una historia un poco más larga. En el año ‘89 presentamos un Diccionario de Ciencias Sociales y Políticas junto con Torcuato Di Tella, Paz Gajardo y Hugo Chumbita. Ya ahí, como feminista, había incluido varios conceptos y convoqué a amigas para que escribieran sobre algunos temas. Después se hicieron varias ediciones y se actualizó totalmente en el año 2003.
Desde ese diccionario tuve la idea de hacer uno específico de feminismo. Pasó el tiempo hasta que se concretó en 2007. Yo lo coordiné, tuvimos el prólogo de Dora Barrancos, Eva Giberti y Diana Maffia.
La pandemia dio la oportunidad de ponernos a escribir (en una actualización) y siendo co-coordinadora salió el año pasado el Nuevo Diccionario de Estudios de Género y Feminismos, en el que intervinieron unas cien personas de distintas especialidades y países.
– Como con la Agenda fue poner en palabras lo que no se nombraba o lo que se repetía sin realmente saber qué trata cada concepto.
– Claro y este diccionario convoca muchísimos conceptos nuevos. La teoría feminista tuvo una gran producción en los últimos años y está ahí dentro de este diccionario que tiene 620 páginas.
– Podemos encontrar, por ejemplo, el concepto del Inexistente Síndrome de Alienación Parental (ISAP).
– Sí, que escribió Liliana Hendel ¡una grande! Participa gente de la academia y militantes con una formación teórica y práctica también. Hemos incorporado muchos conceptos, por ejemplo, en el diccionario anterior solo había dos sobre feminismos, ahora hay como quince: feminismo negro, feminismo descolonial, entre otros.
– Es jerarquizar los conceptos, las teorías, porque están en el diccionario.
– Sí y me enteré que muchísimas facultades incorporan los textos como biografía tanto en el país como en otros lugares y es una enorme alegría.
– Comenzó a militar en los feminismos cuando tenía 28 años. Más allá de la teoría, ¿qué significa para Usted ser feminista?
– Empecé en el ‘77 en el exilio. Ser feminista es un camino de ida, ya está dentro de mi ADN, no puedo volver atrás, es una manera de ver el mundo que lo atraviesa todo. Ha sido un cambio absoluto y me mantiene con mucha energía porque hay un entusiasmo que no se agota. Tengo 73 años y sigo sintiéndome joven, con mucha potencia, y los feminismos tienen que ver con eso también, con la energía que da mantener vivo todo esto.
– En Argentina, en los últimos años se lograron muchos avances, la Ley de Identidad de Género, el Cupo Laboral Trans, la Interrupción Voluntaria del Embarazo, entre otros. ¿Cuáles son los desafíos que faltan?
– También tenemos Ministerios. En materia de leyes creo que las tenemos casi todas y son de vanguardia. El gran desafío es cómo revertir la violencia, los femicidios, cómo trabajar con cada una de las personas para modificar esta cultura patriarcal que nos atraviesa todavía. Y para eso hay que ir transformando a los varones, que no sean solo temas de mujeres y disidencias, que los varones sean parte, que se vayan incorporando y sacando esas conductas patriarcales. Avanzamos muchísimo, pero el desafío es este, ir transformando la cultura, las mentalidades para poder lograr igualdad en cuanto a derechos.
Susana Gamba no solo es una de las pioneras en visibilizar una agenda de feminismos sino también de mostrar obras de artistas, promover derechos y acompañar los avances de los movimientos. “30 años activando feminismos” es la consigna del próximo año, tres décadas de una agenda que nos acompañó todos los días y demostró que lo personal es político.