En el marco de las acciones feministas por el #3J compartimos una tarde para intercambiar información, entregar copitas y desterrar algunas mentiras del patriarcado sobre el hecho de menstruar.
La menstruación sigue siendo un factor de desigualdad económica que aumenta frente a la imposibilidad de acceder a toallitas, tampones o copitas. En consecuencia, quienes no pueden comprar estos productos recurren a alternativas que pueden afectar la salud.
Compartir información y facilitar el acceso a productos de gestión menstrual es político y es justicia social.
Matanza avanza sin machismos.