Hace tiempo ya que Susy Shock se ha convertido en referenta del activismo cultural político LGTBQ+. Es poetisa, coplera, actriz, con libros de poesía, cuentos infantiles, discos y performances teatrales en su haber.
“A mí me parece demasiado grande pensarse en término de referencias, o por lo menos no me interesa instalarme desde ahí”, objeta Susy. “Me parece que parte de mi obra ha tenido mucha resonancia y la sigue teniendo, sobre todo en una generación muy joven, esa que nace a la identidad, esa que se está buscando desde los bordes de la identidad, esa que se encuentra muy sola porque la violencia de las familias heterosexuales a las que pertenecemos -que son las que nos expulsan- siguen intactas. Las instituciones siguen intactas. Entonces hay un refugio -en el arte sobre todo- que encontramos desde las disidencias. Nos espejamos ahí. En ese punto, me parece que la poesía, las canciones, los libros en todo caso nos fueron acompañando. Nos fuimos acompañando. Eso me genera un enorme compromiso, sobre todo con esas generaciones más jóvenes”.
– Elegís definirte como artista, trava trans, sudaca ¿Cuánto libera apropiarse y resignificar las palabras utilizadas habitualmente como insultos?
– Lo que genera es el hecho político concreto de arrebatarle al enemigo el poder de insultarte. Ese orgullo, obviamente, también nos construye en comunidad y nos construye también desde una autoestima que es necesaria para pararse, enfrentar a ese mismo mundo. Me parece una resistencia política y poética utilizar esas palabras que antes nos dolieron.
Me parece una resistencia política y poética utilizar esas palabras que antes nos dolieron”.
Susy Shock, referenta del activismo cultural político LGTBQ+
– “Que otros sean lo normal” es una frase inmortalizada en tu “Poemario Trans Pirado” que se ha convertido en bandera… ¿El arte sirve para correr los márgenes de lo que se entiende como “normal”?
– No sé. No sé si el arte sirve para correr, debería servir. Y en todo caso, quizás tenga una batalla demasiado desigual con respecto a lo que a los medios de comunicación en general y a una cultura que nos sobrepasa y nos gana y nos lleva ventaja, que es la de la estupidez y la de la violencia. Creo que ese es un refugio todavía minoritario. Es un refugio todavía pequeño donde cada vez aparece y se sostienen más y más personitas. Pero no deja de ser una minoría. Este mundo está condenado al fracaso porque mayoritariamente está construyendo todo lo opuesto a lo que buscamos desde los bordes, que es ese abrazo.
A lo largo de 30 años de trabajo artístico, Susy Shock ha parido cuentos, poemas y piezas teatrales. Su obra, y su vida misma cuestiona lo preestablecido, los cánones de lo construido como “normal” en nuestra sociedad. Su libro Hojarascas, editado en 2017 por la Cooperativa Muchas Nueces, por ejemplo, cuenta con fotografías sacadas en el Gritazo, un evento organizado en Plaza de Mayo en CABA para visibilizar el estado de emergencia ante la cantidad de travesticidios que sucedían -y aún suceden- en en el país.
Durante la pandemia fue el turno de “Nuestrans canciones”, un proyecto gestado en cuarentena junto a Javiera Fantin conformado por una serie de canciones que ponen letra y música a la experiencia travesti trans, contada por sus protagonistas: veinte artistas provenientes de diferentes puntos de todo el país.
Unos años antes, en 2016, salió a la venta el que fue su cuarto libro, un antes y un después en su carrera, titulado Crianzas, que reúne una serie de cuentos en donde “la tía trava” Susy procura una infancia feliz y diversa para su sobrino Uriel, para que pueda crecer libre, rodeado del cuidado amoroso de la familia.
– El abrazo como gesto político es una palabra que se reitera en tus obras. Crianzas es un libro que abraza y acerca historias para crecer en la diversidad. ¿Cómo surge la idea de hacerlo, cómo fue ese proceso? ¿Cuál fue la repercusión más increíble que recuerdes a partir de esa obra?
– Crianzas es en principio una propuesta que surgió de la Cooperativa La Vaca, la gente hermosa de la cooperativa a la que pertenezco y que me propuso generar contenidos radiales. Crianzas empezó como un micro radial que se fue pasando por todo el país. Se escuchó mucho y a partir de eso desde la Cooperativa Muchas Nueces me propusieron hacer el libro. Ese fue el recorrido de ese proyecto que generó miles de ventas desde la autogestión, desde la cooperativa. Desde otros bordes para mí más interesantes desde donde concebir también los libros.
– ¿Qué avances ves en nuestra sociedad respecto de la discriminación y prejuicios sobre travestis trans? ¿Cuánto falta caminar, qué pendientes urgentes ves?
– Necesitaríamos horas y horas para hablar de lo que falta. Sobre todo porque yo discuto bastante la idea de la igualdad, de que nos tengamos que parecer todes y que a partir de eso el mundo se sienta tranquilo porque en realidad nos parecemos más a ese mundo y perdamos lo maravilloso que es precisamente nuestra diferencia. Yo no quiero ser este mundo, así que no me quiero parecer a este mundo y no quiero pertenecer a este mundo. Entonces me parece que lo que falta es precisamente mucho. Todo.
Porque queremos construir otra cosa, porque queremos alejarnos de ese mundo y ese mundo está intacto y hasta sigue amenazándonos porque construimos lógicas más solidarias que nos alejan incluso del mismo fracaso, de cómo se han repartido las cosas y de cómo se violenta para sostener esa desigualdad en un mundo que ha triunfado, que gana y que está intacto. Yo quiero otra cosa, queremos otra cosa.
Esa es nuestra disidencia. No es solo una disidencia sexo genérica.
Es una disidencia que muestra cómo queremos habitar este mundo.
¡¡GRACIAS SUSY!!
