“Dejemos el pesimismo para épocas mejores. Ahora, es fundamental desafiar y resistir”. La consigna es de la historiadora Dora Barrancos durante un conversatorio con la secretaria de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades, Liliana Hendel, en el marco de las actividades organizadas por los 16 Días de Activismo contra las Violencias de Género.
Ante un salón colmado en la sede de la Secretaría, la reconocida feminista admitió que “las cosas están tan tenebrosas, terribles y hostiles que son desmembrantes; nos quieren desmembrar, no solamente separarnos”. Por eso, como “regalito de fin de año”, llamó a “tener mucho coraje” para defender los derechos conquistados y a “entusiasmarse con la idea de Hannah Arendt de que ‘el mal también se cansa’”.
“Arremeten contra todo, con la educación, con el trabajo, pero algo implosivo está ocurriendo”, señaló en referencia a la marcha del jueves 18 de diciembre contra la reforma laboral.
En este escenario, Hendel presentó “Una mujer a la altura de su deseo. Conversaciones con Dora Barrancos”, un libro de entrevistas de Débora D’Antonio y Karin Grammático (Ed. Prometeo), que recorre su vida personal, política y académica.

El libro fue la excusa para que Barrancos compartiera, con su humor e histrionismo indiscutibles, anécdotas familiares e hitos de su trayectoria.
“Es imposible estar con Dora y no hablar del deseo. Si no hay libido, no hay con qué sostener un proyecto, no hay con qué escribir; y tenemos la sospecha que a lo largo de su vida lo que a ella siempre la sostuvo fue el deseo”.
“Absolutamente”, respondió con orgullo. “Yo creo que lo tengo desde chica. Tuve la suerte de tener un tronco familiar muy interesante, con un papá maestro rural, director de escuela en La Pampa y figura socialista y una mamá de matriz protestante”, contó
“Me enseñaron valores impresionantes: primero, el prójimo. Además yo tenía mucho deseo de conocer y mucho sentido de la justicia”, sostuvo.
Por eso recordó una anécdota de Blancanieves, su maestra en los primeros años de la escuela, donde su papá era director en la localidad pampeana de Rancul.

“Blancanieves era brillante. Vivía sola porque su familia estaba en otro lugar y tenía un novio que la iba a visitar. Y como ustedes saben: en pueblo chico, infierno grande. Pero a Blanquita le importaba muy poco. Y mi padre salía a defenderla en la mesa, ‘pero qué le importa a la gente, Blanquita tiene derecho a hacer su vida’. De eso me acuerdo perfectamente y mi mamá también pensaba así”, contó Barrancos.
De igual forma señaló que “las cuestiones del aborto” las aprendió desde su niñez y señaló que “hay una ventaja comparativa” con otras religiones porque “los viejos troncos protestantes adhirieron a las leyes del aborto en Europa”.
“En suma –sintetizó- yo creo que hay una parte del deseo que es un deseo con los otros”.
Compartió otro punto clave de su “formación, pero de los aprendizajes” de la vida: la importancia de “convertir la adversidad en una oportunidad; siempre llorando un poco, pero en el fondo diciendo ‘de esto voy a sacar algo’” para fortalecerse y seguir adelante.
En otra parte de la charla, Barrancos recordó a “Corchito”, un compañero de escuela que “era gay, le encantaba la actuación, era fantástico y yo lo amaba. Pero no recuerda que sufriera bullying. En cambio me acuerdo del hijo de una gente amiga, cuando me vine a vivir a Buenos Aires, que era amariconado y le hacían bromas y a mí me molestaba mucho”.
“Hay algo en mí, siempre rechacé la injusticia y sobre todo por si tenía que ver con sexualidad. La injusticia era insoportable en la mirada de mi familia que era muy regulada por la igualdad humana”, afirmó.



También contó sobre su trabajo en la Legislatura porteña, cuando Buenos Aires pasó a ser “ciudad autónoma”, los intensos debates y su amistad con la activista Lohana Berkins.
Al comienzo del conversatorio, Hendel y Barrancos homenajearon a la psicóloga Eva Giberti, referenta clave en el abordaje de las infancias, la violencia familiar y los derechos humanos, quien falleció el pasado 14 de diciembre a los 96 años.
“En estos momentos tan difíciles que estamos viviendo, la palabra, el accionar, la militancia y la coherencia ética de Eva está en cada una de nosotras”, afirmó Hendel.

La actividad se realizó en el marco de la campaña de los 16 Días de Activismo comenzó el pasado 25 de noviembre, Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
La Secretaría organizó una amplia agenda de actividades abiertas a la comunidad para visibilizar el trabajo de prevención y acompañamiento que llevan adelante todas sus áreas en los tres cordones de La Matanza.
Foto de Portada: SMPDGYD de La Matanza








