“Valiente no es nunca tener miedo, sino animarse a pedir ayuda cuando pasa algo que nos hace sentir mal” (Dante, personaje del cuento “El día en que volvieron los colores”)
Dante es un nene que juega y es feliz hasta que algo interrumpe ese clima. Vive con su familia que lo ama, le cree y lo acompaña cuando él se anima a contar lo que le está pasando.
De esto trata “El día en que volvieron los colores”, es una historia que brinda esperanza y ofrece un modelo amoroso de abordaje a una problemática compleja como el acoso y el abuso que es un delito contra las infancias.
En el marco del 19 de noviembre, “Día Mundial Para la Prevención del Abuso Sexual de Niñas, Niños y Adolescentes” realizamos la presentación del libro en la sede de la Secretaría con la presencia de la autora Érica Pincever; la ilustradora Romina Ferrer; y Jésica Farías de Editorial Chirimbote.
El libro es un cuento que además sirve de guía para prevenir y detectar mejor los síntomas de los Abusos Sexuales contra la Infancia.
“En estos tiempos, hablar de Educación Sexual Integral (ESI) y de como erradicar y prevenir el Abuso Sexual contra la Infancias es urgente”, expresó Liliana Hendel al comienzo de la jornada.
En estos tiempos, hablar de Educación Sexual Integral (ESI) y de como erradicar y prevenir el Abuso Sexual contra la Infancias es urgente.”
Liliana Hendel, Secretaria de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades
Organizaciones del territorio, sindicatos, escuelas, clubes de barrio y la Concejala Micaela Durigan se hicieron presentes para escuchar a las autoras, intercambiar experiencias y reflexionar sobre la prevención de este delito y la responsabilidad del Estado.
“El libro es una herramienta más para poder mantener a los chicos y a las chicas a salvo. Porque un libro puede ser también una invitación al diálogo, una puerta de salida, una ventana hacia otra realidad”, reflexionó Pincever.
Las voces durante el encuentro
El clima de intimidad y cercanía que se generó en la jornada animó a las personas que se encontraban presentes a hablar, así las palabras fueron fluyendo naturalmente. Había en el público sobrevivientes de abuso, familiares de víctimas y docentes que han acompañado y pudieron intercambiar lo que el cuento les había despertado:
“Yo viví abuso. Sé lo que significa no poder decir aquello que me dolía. Que ustedes lo puedan describir con tanta claridad, brinda esperanza”, fue una de las primeras palabras que fueron brotando del encuentro.
“Reparan muchos corazones con lo que hacen”, fue otra reflexión que circuló.
“Les quiero agradecer porque son la voz de muchas personas que no pueden hablar y contar algo tan triste y tan cotidiano como lo que narran”.
Cada una de las personas que participaron se llevó el libro firmado por las autoras al club, la escuela, el sindicato o el territorio donde militan para tener una herramienta más con la que trabajar.
“Quienes tienen la escucha, el amor y el sostén, pueden reparar. Por supuesto que la cicatriz va a quedar para siempre, pero es una cicatriz que deja de supurar, que deja de doler, salvo los días de humedad, algún recuerdo como las emociones que son nubes. Pero este Municipio, en general, y la esta Secretaría, en particular, tienen claro que la reparación es posible”, finalizó Hendel.
Es posible hacer que vuelvan los colores, si sabemos escuchar con el corazón e información.
Matanza avanza sin machismos.
Foto de Portada: SMPDGYD de La Matanza