¿Cuántas veces escuchaste que no podías usar tampón o copita porque dejabas de ser “virgen” si corrías riesgo de romper la “telita” [himen] es decir, la “prueba” de tu “virginidad”? ¿Alguna vez te dijeron que si no manchabas las sábanas cuando tuvieras “tu primera vez” ibas a quedar como “una cualquiera”? ¿Y que mientras menstruás no podés quedar embarazada? (¡Es muy buena esa!).
Hay tantos mitos en torno a la menstruación que sólo con esos saberes escribiríamos un libro.
Este 1° de julio el programa Justicia Menstrual de la Secretaría de Mujeres, Políticas de Género y Diversidades de La Matanza cumple 3 años y lleva realizados, desde 2021, más de 150 encuentros en todo el municipio.
¿El objetivo del programa? Conversar sin tabúes sobre sexualidad y placer, acercar información certera y confiable sobre el cuidado del cuerpo, la salud y el medio ambiente y promover el acceso a productos de higiene menstrual, como la cada vez más famosa “copita”.
Menstruamos, no somos marcianas
Y aún así, desde tiempos inmemoriales menstruar -y todas las acciones que conlleva estar en ese estado menstruante- es un tabú.
Te vino, estás “en esos días”, estás indispuesta, te bajó la regla, dicen las españolas en las series. Lo natural pasa por el filtro de la vergüenza.
No te bañes, no salgas de tu casa, no te manches, no lleves ropa clara (¡¿qué pensarían si te vieran manchada?!) y, por supuesto, no tengas sexo.
No. No. No.
La ausencia de palabras en el relato social y cultural ha impactado de lleno en las políticas públicas: Argentina no tiene una ley federal que aborde lo que nos sucede a millones de personas que mes a mes sangramos, menstruamos e incluso hasta nos hacemos bolita en la cama porque a veces duele.
Es cierto que a lo largo y ancho del país se han presentado iniciativas legislativas que apuntan a la provisión gratuita de productos de gestión menstrual y/o a la quita del IVA para esos productos. Hay desde proyectos de ley hasta ordenanzas municipales, algunas de las cuales fueron aprobadas.
Pero no se trata de un problema aislado y local. Es mundial. Apenas 20 países de los 195 reconocidos mundialmente tienen una política pública nacional sobre el tema (¡un mísero 10%!).
Y adivinen…
¡Menstruar es caro!
Según datos de ecofeminita, el costo anual de menstruar usando toallitas es de $43.276.
Mientras que esa cifra asciende a los $64.232 si la persona decide usar tampones. Y como dice el clima de época: no hay plata.
Quienes trabajamos en la Secre sabemos del tema porque lo vivimos.
“En este contexto surge mucho más la cuestión del costo económico y la reducción de la calidad de vida. Entonces el uso de la copa hoy es una estrategia más de la economía de los hogares”, nos cuenta la Directora de Protección de Derechos, Lic. Cecilia Turquet.
En este contexto surge mucho más la cuestión del costo económico y la reducción de la calidad de vida. Entonces el uso de la copa hoy es una estrategia más de la economía de los hogares.”
Lic. Cecilia Turquet, Directora de Protección de Derecho
Al finalizar cada taller de Gestión Menstrual se entrega a cada asistente una copita menstrual. Construimos una política pública que busca, además, reducir las desigualdades de las que partimos las mujeres y personas menstruantes.
Porque con información y con materiales para gestionar nuestra menstruación, ganamos todas.
Así nos relatan su experiencia Yohanna y Martina:
“Me enteré por el espacio donde trabajo que se haría un encuentro de Gestión Menstrual y me acerqué porque me interesa mucho aprender. Me pareció muy buena la charla: aparte de la copita me lleve mucha info sobre cosas que no sabía y tabúes que tenía”, cuenta Yohanna, una de las participantes.
Otra participante, Martina, se acercó al taller de Gestión Menstrual cuando se enteró en su comunidad que iba a darse la charla: “Es interesante y sano para la juventud saber de uno mismo íntimamente, para su seguridad y para poder ver si de todo lo que una cree son mentiras o verdades. El taller me pareció motivador. Fue una experiencia inolvidable”, reflexiona y reconoce que gracias a éste, pudo comprender que “el mito que muchas creíamos de que al ponernos la copa nos dolería y se nos rompería la “telita de la virginidad” ¡resultó ser falso!”.
Es interesante y sano para la juventud saber de uno mismo íntimamente, para su seguridad y para poder ver si de todo lo que una cree son mentiras o verdades.”
Martina, participante de un taller Gestión Menstrual
“Pude despejar muchas dudas. Una vez me hicieron asustar: yo tengo el DIU [N.de A: dispositivo intrauterino para evitar embarazos] y me dijeron que si usaba la copita se me iba a bajar o salir. Entonces me dio miedo y dejé de usarla. Con la charla que nos dieron me pude sacar esa gran duda y la voy a volver a usar de nuevo”, reflexiona Yohanna aliviada.
Mientras que Martina agrega:
“Saber que nuestra virginidad no es lo que nos hace ser “mujeres con valor”, una mentira que nos han hecho creer y que es totalmente falsa. En la antigüedad maltrataban a muchas mujeres por el hecho de no ser vírgenes o simplemente por no “manchar la sábana de rojo”. Hoy en día sabemos que podemos o no sangrar al tener nuestra primera vez. Ese es otro dato que me llevo de este taller. Además, al final nos dieron una copa gratuita, que es muy económica y segura. Ya no voy a tener que preocuparme por “mancharme”.
Si vos también querés hacer como Yohanna y Martina y las más de 15.500 personas que ya accedieron a información y productos de higiene menstrual en nuestro distrito, te cuento cómo hacer.
Cómo participar de los talleres de Gestión Menstrual
Planificamos cada taller de Gestión Menstrual.
Algunos se planifica a partir de propuestas de la misma Secretaría. Otros se ponen en marcha a partir de la demanda que surge de los territorios.
Cualquier organización de La Matanza puede enviar un mail a [email protected] comentando cuántas personas creen que asistirían al lugar y nos dejan un número telefónico de contacto.
Si tenés la inquietud, escribinos.
Las ideas de los feminismos llegaron a ser política pública gracias a reconocer que eso que llaman natural es cultural y eso que llaman la naturaleza femenina puede ser un peligroso invento patriarcal.
Informarnos es la tarea.
Menstruar es político.
Matanza avanza sin machismos
Foto de Portada: SMPDGYD de La Matanza